Hay algo liberador en decir «No sé» a viva voz. Es como si, luego de haber negado nuestra propia naturaleza imperfecta -humana-, aceptarla nos habilita a existir, aunque no tengamos todas las respuestas.
Ayudar a uno, a dos, a muchos
Esta semana completé un proyecto para un cliente muy especial. A una de las socias la conocí en mi camino hacia la Autocompasión y el Mindfulness y, al día de hoy, la considero una persona cercana y querida.
El día en que mi estilo de vida se volvió la norma
Rara, siempre me han dicho que soy rara. Pero en Abril de 2019, tomé la decisión de pasar más tiempo en mi casa, sola, en silencio, enfocada en mis deseos, mis ideas y mi intuición. Ya trabajaba de forma remota, así que no fue difícil ajustarme a los 38 metros cuadrados que componen mi pequeño mundo.
Las críticas no faltaron, tampoco las autoinvitaciones a “hacerme compañía” como si estuviera enferma. Hubo quien realmente se preocupó y trató de diagnosticarme a través de mensajes y Whatsapp. Pero mi rutina de trabajo, meditación, yoga y lectura no excluía, ocasionalmente, un día en un café coworking, una cerveza con amigos y salir a caminar sin destino definido. Encontré paz y espacio para mí.